Estudio PRATO-ACS: La administración precoz de Rosuvastatina reduce el riesgo de nefropatía inducida por contraste
Estudio realizado en pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación de ST en los que se preveía una estrategia invasiva precoz. Los autores concluyen que la administración precoz de rosuvastatina en estos pacientes disminuye el riesgo de nefropatía inducida por contraste y puede, además, mejorar el pronóstico a corto plazo.
La nefropatía inducida por contraste es una complicación de las técnicas diagnósticas o terapéuticas que usan contrastes yodados. Los pacientes con síndrome coronario agudo, tienen tres veces más riesgo de padecerla que el resto de los pacientes; además un 30% de los enfermos que sufren esta complicación quedan con una función renal crónicamente deteriorada. Son muchas las estrategias que se han propuesto para prevenir la nefropatía por contraste, de las cuales sólo la hidratación pre procedimiento mantiene su indicación en las guías de práctica clínica. Dada su capacidad para mejorar la función endotelial y para reducir el estrés oxidativo, se cree que las estatinas podrían tener cierto efecto nefroprotector. Sin embargo, a este respecto, los resultados de estudios previos con dosis altas de estatinas lipofílicas no han sido muy esperanzadores.
El estudio PRATO-ACS es un ensayo prospectivo y aleatorizado diseñado para evaluar los posibles efectos pleiotrópicos agudos de una estatina hidrofílica (rosuvastatina) en la nefropatía inducida por contraste, el daño miocárdico, la agregación plaquetaria y la inmunomodulación en pacientes con SCASEST seleccionados para la estrategia invasiva precoz. Los criterios de exclusión fueron: tratamiento previo con estatinas, necesidad de coronariografía en las dos horas siguientes al ingreso, insuficiencia renal aguda, insuficiencia renal crónica en diálisis o con creatinina ≥3 mg/dl; imposibilidad de estrategia invasiva precoz; contraindicaciones para el tratamiento con estatinas; administración de contraste en los 10 días previos; embarazo y rechazo a prestar el consentimiento informado. El end point primario fue el desarrollo de la nefropatía inducida por contraste definida como un aumento de la creatinina sérica ≥0,5 mg/dl o ≥25% de la basal en las 72 horas después de la administración de contraste.
Se estudiaron un total de 504 pacientes con una media de 66 años, el 65% eran varones. Todos los pacientes fueron sometidos a coronariografía o a coronariografía y angioplastia. Un grupo recibió rosuvastatina 40 mg al ingreso seguido de 10 a 20 mg de rosuvastatina al día (dependiendo de la función renal) hasta el alta. El otro grupo no recibió tratamiento con estatinas durante la hospitalización. Ambos grupos recibieron rosuvastatina después del alta. La incidencia de nefropatía inducida por contraste fue del 6,7% en pacientes que recibieron rosuvastatina durante su hospitalización en comparación con 15,1% para los no tratados con estatinas durante el ingreso (p=0,003). La reducción absoluta del riesgo en los pacientes tratados con rosuvastatina fue del 8,3% y el número necesario a tratar para evitar un caso de nefropatía inducida por contraste fue de 12. Los resultados fueron consistentes utilizando varias definiciones alternativas de nefropatía inducida por contraste y después de ajustar por edad, sexo, aclaramiento de creatinina y fracción de eyección. En el seguimiento a 30 días, el end point secundario compuesto de muerte, diálisis, infarto, ictus o daño renal persistente, ocurrió en el 3,6% de los pacientes del grupo tratamiento y en el 7,9% de los que no recibieron rosuvastatina durante la hospitalización (p=0,036). A los seis meses la incidencia de muerte o infarto de miocardio no fatal fue del 3,6% en los pacientes que recibieron antes del procedimiento rosuvastatina y del 7,9% en aquellos que no recibieron estatinas en la fase hospitalaria (p=0,07).
El presente estudio ha motivado un editorial, también publicado on-line en JACC. En él se comentan los resultados de este y otro ensayo destinado a valorar el valor nefroprotector de la rosuvastatina en pacientes con disfunción renal que iban a ser sometidos a procedimientos invasivos con contraste. En ella, aunque se reconoce el valor de este fármaco, se señalan múltiples cuestiones aún por resolver: ¿existen diferencias entre el efecto nefroprotector de la rosuvastatina y el resto de estatinas?, ¿qué estadios de disfunción renal se benefician más del tratamiento con estatinas?, ¿qué efecto tendría el tratamiento previo con este fármaco?. Así pues, estaremos atentos a posibles estudios que apuntalen este nuevo rol terapéutico de las estatinas y que respondan a los múltiples interrogantes que antes señalábamos.
Enlaces:
- Artículo - Early high-dose rosuvastatin for Contrast-Induced Nephropathy Prevention in Acute Coronary Syndrome. Results from Protective effect of Rosuvastatin and Antiplatelet Therapy On contrast-induced acute kidney injury and myocardial damage in patients with Acute Coronary Syndrome (PRATO-ACS Study) »
- Editorial - Do Statins Reduce The Risk Of Contrast-Induced Acute Kidney Injury In Patients Undergoing Coronary Angiography Or Percutaneous Coronary Interventions? »