Dengue y Corazón
Comentario del Autor: Dr. José F. Guadalajara Boo
En el artículo de imagen histológica y angiocardiográfica de la miocarditis aguda por dengue, se muestra en vivo el grave daño miocárdico que produce esta virosis, al demostrar histológicamente la destrucción de las miofibrillas, y el intenso edema intersticial que ocurre en el miocardio.

En el artículo “Imagen Histológica y Angiocardiográfica de miocarditis aguda por dengue”, publicado recientemente en la Revista Española de Cardiología, (Scientific letters. Rev Esp Cardiol. 2014;67(3);226-227), destacamos los siguientes hechos de relevancia:
- El dengue puede complicar el aparato cardiovascular con la aparición de un estado de choque, que es un cuadro muy grave, y en el que la hipoperfusión tisular es consecuencia de una fuga del liquido intravascular hacia el extracelular, debida a la activación de citoquinas inflamatorias, y en la que el corazón es víctima lo mismo que todo el organismo y no es la causa. En este caso, la administración de solución salina por vía parenteral puede corregir el problema, y cuando no lo hace deben agregarse aminas presoras, pues de no lograr mantener la presión de perfusión, el paciente fallece a consecuencia de la hipoperfusión tisular, que en este caso es un choque hipovolémico (Síndrome de choque por dengue).
- Por otro lado, el virus puede penetrar al miocardio y producir una miocarditis aguda, que en ocasiones pasa asintomática y solo se manifiesta por alteraciones electrocardiográficas, por trastornos del ritmo y, en otras ocasiones, por reducciones ligeras de la fracción de expulsión. Por otro lado, la miocarditis aguda puede ser muy grave y causar cardiomegalia, ritmo de galope y edema pulmonar; se ha informado que muchos de estos casos tienen una evolución benigna y el paciente, después de la etapa aguda, sobrevive sin secuelas; pero en otras ocasiones la insuficiencia cardiaca es refractaria y conduce a la muerte del enfermo.
En el artículo de imagen histológica y angiocardiográfica de la miocarditis aguda por dengue, se muestra en vivo el grave daño miocárdico que produce esta virosis, al demostrar histológicamente la destrucción de las miofibrillas, y el intenso edema intersticial que ocurre en el miocardio y el cual se manifiesta angiocardiográficamente por la imagen de “Waffling”, que traduce muy probablemente el intenso edema miocárdico intersticial que causa separación y disrupción de las fibras miocárdicas.
Estos hallazgos son de importancia ya que ponen de manifiesto porqué el paciente con una miocarditis que no se resuelve en una forma espontánea puede morir. Ello sugiere en primer lugar, que la sospecha diagnóstica temprana es indispensable para iniciar un tratamiento antiviral inmediato, el cual actuaría en la fase I de la miocarditis viral al destruir el virus intramiocárdico; este tratamiento debería ir seguido de bolos de metilprednisolona intravenosa con el objeto de bloquear la respuesta autoinmune que se produce por la exposición de proteínas intracelulares al medio extracelular, y desencadena la activación de citoquinas y de células asesinas, que destruyen el miocardio (Fase II de la miocarditis viral) y, con ello, evitar la evolución hacia la muerte o hacia la miocardiopatía dilatada.
El diagnóstico precoz de la miocarditis por dengue permite aplicar estas medidas, porque cuando vemos al paciente en forma prospectiva no sabemos si su evolución será hacia la curación o hacia la muerte. En estos casos, es de los pocos en los que podemos hacer el diagnóstico de una miocarditis aguda en la fase I o en la fase II, y en los que es posible prevenir el daño miocárdico irreversible, que puede llevar al paciente hacia la muerte o hacia la miocardiopatía dilatada.
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Sobre el Autor

Director de Enseñanza Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”. Miembro Titular de la Academia Nacional de Medicina. Miembro Honorario Emérito de la Sociedad Mexicana de Cardiología. Premio “Salvador Aceves” al Maestro Distinguido. Sociedad Mexicana de Cardiología, 2009. Maestro Distinguido del Congreso Internacional de Cardiología Invasiva de Guadalajara (CICIG), 2009. Profesor Titular del Curso de Postgrado de Cardiología, UNAM. Fellow del American College of Cardiology (FACC). Gobernador por México del American College of Cardiology (1992-1996). Fellow del American Heart Association (FAHA). Miembro Honorario de la Sociedad de Internos y Becarios del Instituto de Cardiología (SIBIC), 1998. Autor del Libro “Cardiología”, Editorial Méndez Editores, México, 7ª Edición, 2012.