Las personas con diabetes y enfermedad renal crónica tienen un alto riesgo de padecer insuficiencia renal, enfermedad cardiovascular aterosclerótica, insuficiencia cardíaca y mortalidad prematura. Recientes ensayos clínicos apoyan nuevos enfoques para tratar la diabetes y la enfermedad renal crónica.
Un grupo conjunto de representantes de la ADA y la KDIGO revisó y desarrolló una serie de declaraciones de consenso para guiar la atención clínica a partir de las directrices de la ADA y la KDIGO. Las directrices publicadas están alineadas en las áreas de cribado y diagnóstico de la enfermedad renal crónica, monitorización de la glucemia, terapias de estilo de vida, objetivos de tratamiento y gestión farmacológica. Las recomendaciones incluyen una atención integral en la que la farmacoterapia, que ha demostrado mejorar los resultados renales y cardiovasculares, se apoya en un estilo de vida saludable.
Las declaraciones de consenso proporcionan orientaciones específicas sobre el uso de los inhibidores del sistema renina-angiotensina, la metformina, los inhibidores del cotransportador 2 de sodio-glucosa, los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 y un antagonista del receptor mineralocorticoide no esteroideo. Estas áreas de consenso proporcionan una dirección clara para la implementación de la atención para mejorar los resultados clínicos de las personas con diabetes y enfermedad renal crónica.