Ligadura percutánea de la Orejuela Izquierda
La orejuela izquierda es una fuente embolígena clara. Ello motiva que en ciertas circunstancias sea necesaria la anticoagulación. Sin embargo, en casos en los que la anticoagulación no es posible o es de alto riesgo, ahora nos planteamos actuar a nivel de la orejuela.
Para prevenir el ictus derivado de la fibrilación auricular, actualmente disponemos de la alternativa quirúrgica (empleada en los pacientes a los que se opera mediante esternotomía media por otro motivo coexistente) y el cierre percutáneo con dispositivo oclusor, generalmente transeptal.
Este estudio trata de evaluar la seguridad y eficacia de la ligadura transcatéter de la orejuela, una tercera vía. Se trata de un estudio retrospectivo, multicéntrico, de pacientes consecutivos sometidos a ligadura de orejuela con el dispositivo Lariat (es como un lazo o “goose neck”) en 8 centros de Estados Unidos. El objetivo primario fue el éxito del procedimiento, que se definió como el éxito del dispositivo (el despliegue de sutura y <5 mm de fugas por ecocardiografía transesofágica) y ninguna complicación mayor en el alta (muerte, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, sangrado Academic Research Consortium -ARIC- tipo 3 o mayor, o cirugía cardíaca). El tratamiento post-alta fue a discreción del operador.
Incluyeron un total de 154 pacientes, con una mediana de puntaje CHADS2 (insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión, edad ≥75 años, diabetes mellitus, ictus/accidente isquémico transitorio previo) de 3.
El éxito del dispositivo fue del 94%, y el éxito del procedimiento del 86%. Una complicación importante ocurrió en 15 pacientes (9,7%). Hubo 14 hemorragias mayores (9,1%). Derrame pericárdico significativo ocurrió en 16 pacientes (10,4%).
En cuanto al seguimiento, disponible en 134 pacientes con una mediana de 112 días, mostró que muerte, infarto de miocardio o ictus ocurrieron en 4 pacientes (2,9%).
En conclusión, la experiencia inicial con el nuevo dispositivo sugiere que la tasa de cierre agudo fue alta, aunque el éxito del procedimiento fue limitado por el sangrado. Se necesita un ensayo aleatorio prospectivo para definir adecuadamente la eficacia clínica, la terapia médica óptima después del procedimiento, y el efecto de la experiencia del operador en la seguridad del nuevo sistema.
La técnica del Lariat, compleja, probablemente hace necesaria una experiencia importante del operador y del equipo que trate al enfermo. Los próximos estudios en marcha nos dirán si este nuevo sistema permanece o, como tantos otros, queda a un lado. En contra tiene unos sistemas de oclusión percutánea cada vez más asentados.
Enlaces:
Comentario del Dr. Iván Núñez Gil
Iván J. Núñez Gil, licenciado en Medicina por la UCM de Madrid (Premio Extraordinario). Actualmente trabaja como cardiólogo intervencionista con interés en cuidados agudos cardiovasculares en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Miembro de varias sociedades científicas nacionales e internacionales (FESC). Acreditación europea ACC. Doctorado con calificación de Premio Extraordinario. Autor de múltiples artículos y capítulos de libros. Revisor y miembro del comité editorial de múltiples revistas nacionales e internacionales. Tutor de residentes y secretario del Comité de Tutores de la Sociedad Española de Cardiología.