Comentario del Autor: Dr. José Javier Sánchez Fernández
Este artículo muestra que los pacientes con cardiopatía isquémica crónica presentan una tasa de mortalidad significativamente mayor que la población general. Otro de los principales hallazgos de este trabajo es la obtención de variables clínicas accesibles en la práctica clínica que identifican aquellos pacientes con peor pronóstico en el seguimiento. La progresiva implantación de programas de revascularización urgente ante el síndrome coronario agudo así como la evolución en los tratamientos y en el manejo integral de los pacientes afectados han provocado que la prevalencia de la cardiopatía isquémica crónica en las últimas décadas se haya incrementado. Históricamente se ha considerado que los pacientes con esta patología presentaban buen pronóstico. Sin embargo no se habían realizado estudios sobre el pronóstico a largo plazo de esta patología en nuestro entorno ni se había comparado el mismo con el de la población general. El presente trabajo es un análisis del registro CICCOR (Cardiopatía Isquémica Crónica de Córdoba) centrado en la mortalidad a largo plazo y su comparación con la población general. Para ello se incluyeron 1.268 pacientes que recibieron una mediana de seguimiento de 11 años. Se analizó la mortalidad tanto por causa cardiovascular como por todas las causas y se comparó con la mostrada por una población de similar distribución por edad y sexo a la que se aplicaron las tasas de mortalidad registrada por la población general en dichos periodos en el instituto nacional de estadística. Se analizaron las variables basales que se asociaron a dichos eventos. Durante el seguimiento, el 50% de los pacientes fallecieron, encontrándose unas tasas de mortalidad global y por causa cardiovascular significativamente mayores que las mostradas por la población general (razón de mortalidad estandarizada 1,31 y 2,19 respectivamente). Las variables que se asociaron por análisis multivariable a la mortalidad en el seguimiento fueron las siguientes: una mayor edad, la diabetes mellitus, la frecuencia cardiaca, la fibrilación auricular, las alteraciones electrocardiográficas y el tabaquismo. Por otra parte, se observó que una mayor edad, una mayor frecuencia cardíaca basal, presentar diabetes mellitus, angor en grado funcional ≥II o fibrilación auricular así como mostrar alteraciones en el electrocardiograma basal se asociaron de forma independiente a una mayor mortalidad de causa cardiovascular en el seguimiento. El presente estudio muestra, por tanto, que los pacientes con esta entidad tienen un pronóstico peor que el de la población general, algo controvertido en la literatura científica y en la práctica diaria, donde estos pacientes históricamente han sido considerados pacientes con buen pronóstico. Destaca también la identificación de variables clínicas que identifican aquellos pacientes que presentan peor pronóstico en el seguimiento. En conclusión, este trabajo muestra que los pacientes con cardiopatía isquémica crónica presentan peor pronóstico que la población general, permitiendo identificar aquellos pacientes que, por presentar determinadas variables clínicas, tienen mayor riesgo de mortalidad en el seguimiento.
Referencias:
- Rev Esp Cariol - Supervivencia a largo plazo de una población española con cardiopatía isquémica estable: el registro CICCOR.
Comentario del Dr. José Javier Sánchez Fernández
Formación en cardiología en Hospital Reina Sofía de Córdoba. Actualmente FEA de cardiología en Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz.