En este artículo se describe el primer estudio prospectivo y aleatorizado donde la ecocardiografía de estrés se muestra más eficaz y superior en el ahorro de costes respecto a la prueba de esfuerzo en el estudio inicial de la enfermedad arterial coronaria no conocida previamente y presentada como angina estable.
En diversos estudios previos, la ecocardiografía de estrés ya se ha postulado como una herramienta posiblemente superior en coste-eficacia respecto a la ergometría o prueba de esfuerzo, sin embargo aun no disponíamos de ningún estudio prospectivo y aleatorizado capaz de demostrar que es posible obtener una mayor eficacia y reducción de costes. Se trata de un estudio en el que se reclutaron un total de 385 pacientes entre febrero de 2013 y marzo de 2014 sin antecedente previo de enfermedad arterial coronaria que son evaluados en la Unidad Rápida de Dolor Torácico y que tenían una probabilidad pretest mayor al 10%, siempre y cuando pudieran hacer actividad física y no hubiera alteraciones sobre su electrocardiograma basal. De esta manera, se aleatorizan los pacientes en dos grupos: ecocardiografía de estrés (191) o test de esfuerzo (194). Aquellos pacientes con test positivos fueron derivados para coronariografía y aquellos con test no concluyentes fueron dirigidos a otras pruebas de detección de isquemia. El periodo de seguimiento posterior a la realización de la prueba fue de 21 meses y se comprobó la presencia de eventos cardiovasculares mayores realizando un sencillo cuestionario enviado al domicilio o telefónicamente. Ambos grupos eran similares y no se observaron diferencias significativas en probabilidad pretest (cuya media fue del 34%, similar a la población generalmente estudiada), edad, género o factores de riesgo cardiovascular entre ambos. Lo destacable tras la realización de cada una de las pruebas fueron los resultados y es llamativo ver como en el grupo en el que se realizó prueba de esfuerzo, en un 55% fue negativa y en un 37,1% inconcluyente. Respecto al grupo de ecocardiografía de estrés se alcanzó un total de 94% de pruebas negativas y 0,5% inconcluyente. Los resultados positivos a su vez fueron 14 (en los que 9 de ellos tras la coronariografía se detectaron lesiones coronarias obstructivas) y 9 casos (de los cuales todos tuvieron coronariografía con lesiones) respectivamente. En conclusión, la diferencia en clasificación de baja o alta probabilidad de enfermedad arterial coronaria tras la realización de ergometría y ecocardiografía de esfuerzo fue del 62,9%vs99,5% (p<0,01). Es necesario añadir que no se encontraron diferencias en los eventos cardiovasculares acontecidos durante el seguimiento en cada uno de los brazos Además, se realizó un estudio costo-económico respecto al total del importe para diagnosticar enfermedad arterial coronaria en cada uno de los grupos, resultando en una diferencia de 61 libras (19% de ahorro), diferencia que también se observó aplicando coste de todas las pruebas según el sistema sanitario de Estados Unidos o Bélgica. En conclusión, la ecocardiografía de estrés iguala a la ergometría en términos de seguridad y la supera desde el punto de vista fisiopatológico al permitirnos observar objetivamente los cambios dinámicos y progresivos en el grosor de la pared miocárdica con el ejercicio conforme aumenta la frecuencia cardiaca pero además, a la vista de los resultados de un estudio prospectivo, aleatorizado y con características muy similares a los paciente de “vida real” la ecocardiografía de estrés se nos presenta como una herramienta mucho más eficaz y superior en coste-beneficio para reclasificar correctamente la probabilidad de enfermedad coronaria y como estudio inicial en pacientes con indicación actual de realización de test de esfuerzo.
Referencias:
- Eur Heart J Cardiovasc Imaging. - Relative clinical and economic impact of exercise echocardiography vs. exercise electrocardiography, as first line investigation in patients without known coronary artery disease and new stable angina: a randomized prospective study.
Comentario del Dr. Antonio Aurelio Rojas Sánchez
Licenciado en Medicina por la Universidad de Málaga. Residente de Cardiología en el Hospital Regional Universitario de Málaga.