Un componente integral de la práctica de la medicina se centra en el inicio de la medicación, basándose en las guías de práctica clínica y en las pruebas subyacentes de los ensayos, que suelen probar la adición de nuevos medicamentos destinados a un uso de por vida en ensayos clínicos de corta duración.
Se presta mucha menos atención a la cuestión de la interrupción de la medicación, especialmente después de un largo periodo de tratamiento, durante el cual los pacientes envejecen y las enfermedades pueden progresar o pueden surgir nuevas enfermedades.
Dada la escasez de datos, las guías de práctica clínica ofrecen poca o ninguna orientación sobre cuándo y cómo interrumpir la medicación cardiovascular. Tales decisiones suelen dejarse a la discreción de los clínicos, quienes, junto con sus pacientes, expresan su preocupación por los posibles efectos adversos de la interrupción de la medicación.
Incluso en ausencia de efectos adversos, la continuación de la medicación sin ningún efecto demostrado puede causar daños debido a las interacciones medicamentosas, la aparición de polifarmacia y un gasto adicional evitable para unos sistemas sanitarios ya de por sí sobrecargados.
En el presente documento se analizan varios medicamentos cardiovasculares o clases de medicamentos que, en opinión de este grupo de autores, deberían suspenderse en general, ya sea para prevenir posibles daños, por falta de beneficios o por la disponibilidad de mejores alternativas.
Referencias:
- Eur Heart J. - When cardiovascular medicines should be discontinued