Así lo ha demostrado el grupo de investigación de Enfermedades del Corazón en el IGTP, dirigido por Antoni Bayés-Genís, en colaboración con el Banco de Sangre y Tejidos (BST) y el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), que este pasado mes de mayo consiguió trasladar definitivamente a la clínica una nueva terapia: la fijación de un bioimplante de células madre directamente en el corazón de un paciente.
Se trata de un bioimplante formado por pericardio humano descelularizado y enriquecido con células madre mesenquimales, que recibe el nombre de PeriCord, en honor a los dos componentes que lo forman: el pericardio y el cordón umbilical. Estas células han demostrado tener una gran plasticidad e importantes propiedades inmunomoduladoras y antiinflamatorias. Accede al contenido en: Un bioimplante de células de cordón umbilical regenera el corazón tras un infarto de miocardio.