La enfermedad cardiovascular aterosclerótica es la principal causa de morbilidad y mortalidad a nivel mundial. A pesar del uso generalizado de terapias como la reducción de lípidos, control de la presión arterial y tratamientos antitrombóticos, los pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica enfrentan un riesgo significativo de eventos cardiovasculares recurrentes. Además de los factores de riesgo tradicionales, la inflamación de bajo grado se reconoce como un impulsor clave de la progresión de la enfermedad aterosclerótica y la desestabilización de la placa.
Métodos
Este estudio utilizó datos del proyecto SCREAM (Stockholm CREAtinine Measurements), una cohorte completa de utilización de atención médica de la región de Estocolmo, Suecia. Se incluyeron adultos con diagnóstico de enfermedad cardiovascular aterosclerótica entre 2007 y 2021 que se sometieron a pruebas de proteína C-reactiva (PCR). La PCR es un marcador inflamatorio en sangre, ampliamente utilizado en la práctica clínica para evaluar la inflamación sistémica. Se excluyeron las pruebas asociadas con enfermedades agudas o condiciones que pudieran sesgar la interpretación de la PCR. La inflamación sistémica se evaluó durante una ventana de 3 meses, y se exploraron los determinantes de niveles elevados de PCR (≥2 mg/L) utilizando regresión logística.
Resultados principales
- Prevalencia de inflamación: El 59% de los pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica presentaron niveles de PCR ≥ 2 mg/L, indicativo de inflamación sistémica.
- Factores asociados: Sexo femenino, edad avanzada, función renal reducida, albuminuria, diabetes, hipertensión y anemia reciente se asociaron con una mayor probabilidad de niveles elevados de PCR. El uso de inhibidores del sistema renina-angiotensina, antiplaquetarios e hipolipemiantes se asoció con menores probabilidades de PCR elevada.
- Utilización de recursos de salud: Durante un seguimiento mediano de 6,4 años, los pacientes con niveles elevados de PCR tuvieron mayores tasas de hospitalización, consultas ambulatorias y medicamentos dispensados, en comparación con aquellos con PCR < 2 mg/L.
- Eventos adversos mayores: Los pacientes con PCR ≥ 2 mg/L mostraron tasas más altas de eventos cardiovasculares adversos mayores (HR 1,30), hospitalización por insuficiencia cardíaca (HR 1,24) y mortalidad (HR 1,35).
Conclusiones
La inflamación sistémica es común entre los adultos con enfermedad cardiovascular aterosclerótica y se asocia con un aumento en la utilización de recursos de salud y mayores tasas de eventos cardiovasculares y mortalidad. Estos hallazgos subrayan la importancia de monitorizar la inflamación en pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica para identificar aquellos que pueden beneficiarse de terapias dirigidas a reducir la inflamación. Este estudio aporta evidencia del mundo real que puede guiar futuras investigaciones y decisiones clínicas en la atención de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica.
Referencias:
- Eur Heart J. - Systemic inflammation and health outcomes in patients receiving treatment for atherosclerotic cardiovascular disease