Los inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona (iSRAA) y los antagonistas de los receptores mineralocorticoides (ARM) son intervenciones importantes para mejorar los resultados en pacientes con enfermedad renal crónica e insuficiencia cardiaca, pero su uso está limitado en algunos pacientes por el desarrollo de hiperpotasemia.
El riesgo de hiperpotasemia puede variar entre los distintos fármacos; un ensayo mostró un riesgo menor de hiperpotasemia con el nuevo ARM no esteroideo finerenona en comparación con el ARM esteroideo espironolactona. Los ARM no esteroideos pueden presentar un menor riesgo de hiperpotasemia que los esteroideos y tienen efectos antiinflamatorios y antifibróticos más potentes, con la consiguiente reducción del riesgo de progresión de la enfermedad renal. Los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa-2 (iSGLT2) también disminuyen el riesgo de hiperpotasemia en los pacientes que reciben ARM y reducen los episodios cardiovasculares y la progresión de la enfermedad renal. Estas pueden ser mejores intervenciones de primera línea para obviar la necesidad de quelantes de potasio y ofrecer beneficios adicionales.
Referencias:
- Nephrol Dial Transplant. - Steroidal or non-steroidal MRAs: should we still enable RAASi use through K binders?