Y por fin llegó el tan esperado estudio EMPA-KIDNEY... No se conocían bien los efectos de empagliflozina en pacientes con enfermedad renal crónica con riesgo de progresión de la enfermedad. El estudio EMPA-KIDNEY se diseñó para evaluar los efectos del tratamiento con empagliflozina en una amplio espectro de estos pacientes.
Se incluyeron pacientes con enfermedad renal crónica con una tasa de filtrado glomerular estimad (TFGe) de al menos 20 pero menos de 45 ml por minuto por 1,73 m2 de superficie corporal, o que tenían una TFGe de al menos 45 pero menos de 90 ml por minuto por 1,73 m2 con una relación albúmina/creatinina en orina (con albúmina medida en miligramos y creatinina medida en gramos) de al menos 200.
Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir empagliflozina (10 mg una vez al día) o un placebo equivalente. El resultado primario fue un compuesto de progresión de la enfermedad renal (definida como enfermedad renal terminal, una disminución sostenida de la TFGe a <10 ml por minuto por 1,73 m2, una disminución sostenida de la TFGe de ≥40% con respecto al valor inicial, o la muerte por causas renales) o la muerte por causas cardiovasculares.
Un total de 6.609 pacientes fueron aleatorizados. Durante una mediana de 2,0 años de seguimiento, la progresión de la enfermedad renal o la muerte por causas cardiovasculares se produjo en el 13,1% en el grupo de empagliflozina vs. el 16,9% en el grupo de placebo (cociente de riesgo, 0,72; IC 95%, 0,64 a 0,82; P<0,001). Los resultados fueron consistentes entre los pacientes con o sin diabetes y entre los subgrupos definidos según los rangos de TFGe. La tasa de hospitalización por cualquier causa fue menor en el grupo de empagliflozina que en el grupo de placebo (cociente de riesgos instantáneos, 0,86; IC 95%, 0,78 a 0,95; p=0,003), pero no hubo diferencias significativas entre los grupos con respecto al resultado compuesto de hospitalización por insuficiencia cardíaca o muerte por causas cardiovasculares (4,0% en el grupo de empagliflozina y 4,6% en el grupo de placebo) o muerte por cualquier causa (4,5% y 5,1%, respectivamente). Las tasas de acontecimientos adversos graves fueron similares en los dos grupos.
Como conclusión, los autores afirman que entre una amplia gama de pacientes con enfermedad renal crónica que estaban en riesgo de progresión de la enfermedad, el tratamiento con empagliflozina condujo a un menor riesgo de progresión de la enfermedad renal o de muerte por causas cardiovasculares que el placebo.