Aunque en los ensayos clínicos no se ha demostrado un efecto positivo de la implantación de marcapasos para el síncope vasovagal en pacientes de menos de 40 años, lógicamente, si el mecanismo predominante del síncope es cardioinhibitorio, un marcapasos puede seguir previniendo los episodios sincopales, de forma similar a los pacientes de más edad. Sin embargo, hay que destacar varios inconvenientes con la estrategia de los marcapasos en poblaciones más jóvenes, como la necesidad de múltiples cambios de generador, el riesgo de infección y los fallos de los electrodos.
En cambio, en los estudios de cardioneuroablación, la edad media era de menos de 40 años. Teniendo en cuenta los riesgos del marcapasos durante un periodo muy prolongado, la cardioneuroablación podría proponerse como primera opción en estos pacientes con síncope recurrente, impredecible y traumático y respuesta cardioinhibitoria dominante. Los pacientes de más de 60 años han estado poco representados en los estudios de cardioneuroablación. En esta población, teniendo en cuenta las posibles comorbilidades y otros mecanismos responsables de la bradicardia sinusal, el bloqueo auriculoventricular y el síncope, y dada la eficacia de los marcapasos en los síncopes vasovagales, la implantación de un marcapasos DDD se debe considerar como primera opción.
Referencias: