La literatura está llena de diferentes algoritmos para localizar la vía accesoria utilizando un ECG de 12 derivaciones. Para los clínicos, bien sean cardiólogos o médicos generalistas la utilidad es muy limitada.
Sólo hay una localización que hay que recordar: la perihisiana. Esta vía está muy cerca del nodo AV y el riesgo de provocar un bloqueo AV permanente es más elevado al hacer la ablación de la vía, por lo que hay que extremar el balance beneficio/riesgo. Estas vías se caracterizan por tener una onda delta negativa en V1, positiva en V2 y positiva en DII, DIII y aVF.