La apnea obstructiva del sueño se caracteriza porque produce apneas e hipopneas, con la consiguiente hipoxemia, hipercapnia y despertares recurrentes. Ocasiona importantes alteraciones funcionales y metabólicas en el paciente. Es un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular y alteraciones metabólicas.
Es una enfermedad frecuente en la población actual. Hasta un 70% de los pacientes con AOS son obesos y aproximadamente el 40% padecen una enfermedad moderada a grave.
El tratamiento de los pacientes con apnea obstructiva del sueño se ha centrado tradicionalmente en la terapia con presión positiva en las vías respiratorias (PAP), que mejora el índice de apnea-hipopnea (IAH, el número de apneas e hipopneas durante una hora de sueño) y reduce los síntomas relacionados. Pero su eficacia puede verse afectada por la diferente adherencia a la terapia.
La tirzepatida es un agonista de acción prolongada del receptor del polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP) y del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) que se une selectivamente a los receptores de GIP y GLP-1 y los activa. El tratamiento con Tirzepatida ha demostrado reducciones significativas del exceso de peso corporal, mejoras de la presión arterial y reducciones de los marcadores de inflamación y disfunción endotelial vascular. Por ello se planteó la hipótesis de que podría ser eficaz en personas con apnea obstructiva del sueño.
Los ensayos SURMOUNT-OSA fueron dos ensayos de fase 3, multicéntricos, doble ciego, aleatorizados y controlados; de 52 semanas de duración. Se pretendía evaluar la eficacia y seguridad de la dosis máxima tolerada de tirzepatida semanal (10 mg o 15 mg) en adultos con apnea obstructiva del sueño de moderada a grave y obesidad.
El ensayo SURMOUNT-OSA eran 2 ensayos con 2 tipos de poblaciones:
- el ensayo 1 incluyó a participantes que no pudieron o no quisieron usar la terapia PAP (en algunas series el porcentaje de rechazo, intolerancia a la CPAP/BiPAP puede llegar hasta el 50% de los casos).
- el ensayo 2 incluyó a participantes que habían estado usando la terapia PAP durante al menos 3 meses consecutivos en el momento de la evaluación y que planeaban continuar con la terapia PAP durante el ensayo.
Un total de 469 participantes fueron asignados aleatoriamente para recibir tirzepatide o placebo en el ensayo 1 (234 participantes) o el ensayo 2 (235 participantes). El 82,9% completaron el ensayo. Desde le punto de vista de seguridad, el 79% desarollaron algún efecto secundario, generalmente leves y principalmente durante la titulación. Un 7,5% notificaron eventos adversos graves siendo similar su presentación entre fármaco y placebo, y en ambos ensayos.
En los dos ensayos, los participantes que recibieron tirzepatida tuvieron un cambio significativo en los parametros de respiración alterada durante el sueño y un alivio de la alteración percibida del sueño y del deterioro relacionado con el sueño. Se detectaron reducciones en los factores de riesgo cardiovascular comunes (obesidad, hipertensión arterial y niveles inflamatorios). En futuros ensayos, ya en curso, se valorará la repercusión sobre la morbimortalidad de estos cambios, pero los resultados de este estudio son prometedores.
Referencias: