¿Mejora el yoga la calidad de vida en los pacientes con fibrilación auricular?
Estudio prospectivo donde se evaluó la asociación entre la práctica de yoga y los episodios de fibrilación auricular en pacientes con paroxismo de dicha arritmia. Los autores concluyen que esta terapia reduce los episodios de fibrilación auricular, así como aumenta la calidad de vida en estos pacientes.
La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente en la práctica clínica, causando una elevada morbilidad, así como una alta repercusión socioeconómica. A pesar de los tratamientos farmacológicos e invasivos para su control, la respuesta a los mismos es muy variable y en muchas ocasiones subóptima. Por otro lado, son bien conocidas las bondades del yoga en la mejoría de la función autonómica cardiovascular, mecanismos que a su vez se relacionan con el inicio y mantenimiento de los episodios de fibrilación auricular. Sin embargo, hasta la fecha ningún estudio ha sido diseñado para investigar el impacto del yoga en la morbilidad de los episodios de fibrilación auricular. En este estudio prospectivo de pre-post cohortes, se evaluaron un total de 49 pacientes de entre 18 y 80 años con episodios de fibrilación auricular paroxística. Durante 3 meses se realizó una intervención mediante la práctica de yoga, y durante otros 3 meses se procedió a seguimiento como control sin la práctica de esta terapia. A los pacientes se les evaluó mediante una serie de escalas de ansiedad, depresión y se analizaron los episodios de paroxismos de fibrilación auricular durante el seguimiento. Los resultados del estudio mostraron que el yoga redujo de manera significativa los episodios de fibrilación auricular, tanto sintomáticos (3,8 vs. 2,6; p <0,001) como asintomáticos (0,12 vs. 0,04; p <0,001), así como la incidencia de depresión y de ansiedad. A través de las escalas y test utilizadas también se objetivó una mejora de la calidad de vida, acondicionamiento físico, salud general, vitalidad, funcionalidad social y dominio de su salud mental (todo ello con una p estadísticamente significativa). En cuanto a las constantes vitales analizadas, se vio una reducción significativa de la frecuencia cardiaca, así como de la presión arterial tanto sistólica como diastólica tras la práctica de yoga (p <0,001). A la vista de estos hallazgos, los autores concluyen que la práctica de yoga en pacientes con paroxismos de fibrilación auricular produce una mejoría de los síntomas, disminuye la frecuencia de episodios tanto sintomáticos como asintomáticos y se traduce en una mejor calidad de vida. A pesar de estos hallazgos, no hay que caer en la tentación de pensar en el yoga como un tratamiento de primera línea para nuestros pacientes con fibrilación auricular. Como bien se recalca en la discusión y en el comentario editorial del artículo, el yoga es un arma más que tenemos para asociar al tratamiento farmacológico y en ocasiones intervencionista de la fibrilación auricular. Lo que sería bastante interesante es el diseño de estudios específicos que evaluaran si la práctica de esta terapia ayudaría a reducir la medicación en estos pacientes, muchas veces muy mal tolerada. Esta es una cuestión que seguro se resolverá en poco tiempo.
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