DInfluencia del ajuste del tratamiento antiagregante según los test de función plaquetaria: ¿truco o trato?
Estudio donde se evaluó el ajuste del tratamiento antiagregante según la monitorización de la función plaquetaria tras implantar un stent. Los autores concluyen que dicho ajuste no se tradujo en una disminución de eventos cardiovasculares.

La variabilidad al tratamiento antiagregante, concretamente a clopidogrel, es un hecho bien conocido y de indudable importancia. De ahí el desarrollo de los nuevos inhibidores del receptor de ADP P2Y12: prasugrel y ticagrelor. El mayor reto actualmente consiste en poder identificar aquellos pacientes con pobre respuesta a clopidogrel, para así optimizar la terapia antiagregante, sobre todo tras el implante de un stent. El estudio ARCTIC, recientemente presentado en el congreso anual de la AHA, ha evaluado si la monitorización de la función plaquetaria previa a la implantación de un stent puede dirigir el tratamiento antiagregante y, así, disminuir la tasa de eventos cardiovasculares. Se incluyeron un total de 2.440 pacientes programados para el implante de un stent coronario de hasta 38 centros, y se aleatorizaron a una estrategia de monitorización de la función plaquetaria con ajuste de tratamiento en aquellos pacientes que presentaron una pobre respuesta, o bien a una estrategia convencional sin monitorización ni ajuste del tratamiento. Se utilizó el test VerifyNow P2Y12 y aspirina para monitorizar la función plaquetaria previa a la implantación del stent y a las 2-4 semanas post-procedimiento. El objetivo de eficacia se definió como el evento combinado de muerte, infarto de miocardio, trombosis del stent, ictus o revascularización urgente al año de la implantación del stent. Hasta el 34,5% de los pacientes con clopidogrel y el 7,6% con aspirina presentaron elevada reactividad plaquetaria, lo que llevó a la administración en el grupo de monitorización de una dosis adicional de clopidogrel, prasugrel o aspirina junto a inhibidores de la glucoproteína IIb/IIIa durante el procedimiento. El evento combinado ocurrió en el 34,6% de los pacientes en el grupo de monitorización, en comparación con el 31,1% del grupo control (HR: 1,13; CI 95%: 0,98-1,29; p=0,10). En cuanto a los objetivos secundarios (combinado de trombosis del stent o revascularización urgente) sucedió en el 4,9% de los pacientes del grupo de monitorización y en el 4,6% del grupo convencional (HR: 1,06; CI 95%: 0,74-1,52; p=0,77). En cuanto a la tasa de sangrados, fue similar en ambos grupos. Los autores concluyen que una monitorización de la función plaquetaria para dirigir y, en su caso, optimizar el tratamiento antiagregante, no se tradujo en una disminución de eventos cardiovasculares. Con este son varios los estudios donde se han intentado utilizar los test de función plaquetaria para ajustar el tratamiento antiagregante, pero ninguno de ellos ha demostrado que sean de utilidad en la práctica clínica (como queda reflejado en las últimas guías de práctica clínica de síndrome coronario agudo).
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