La hiperpotasemia es uno de los trastornos electrolíticos más comunes en pacientes con enfermedad cardiovascular (ECV). La mortalidad cardiovascular, la morbilidad y la hospitalización son mayores en pacientes con hiperpotasemia. La hiperpotasemia representa una de las causas más frecuentes para evitar titular o pautar terapias modificadoras de la enfermedad como inhibidores de renina-angiotensina-aldosterona (RAASi), y principalmente antagonistas de los receptores de mineralocorticoides.
Las terapias previas tenían por objetivo la estabilización de la membrana celular mediante la administración de calcio, el cambio de potasio extracelular a el espacio intracelular (insulina, agentes beta-adrenérgicos, bicarbonato de sodio) y aumento de la eliminación con diuréticos o diálisis. La hiperpotasemia crónica a menudo se controlaba con asesoramiento dietético para prevenir la ingesta de alimentos ricos en potasio y reducción gradual de los fármacos que aumentan el potasio, principalmente RAASi. El poliestireno sulfonato de sodio, un aglutinante de potasio, fue la única opción terapéutica.
Recientemente, nuevos medicamentos como el patirómer y el ciclosilicato de sodio y circonio brindan nuevas oportunidades para el tratamiento de la hiperpotasemia, ya que demostraron ser seguros, bien tolerados y eficaces. El objetivo de esta revisión es describir la carga de hiperpotasemia en pacientes cardiovasculares, sus efectos directos e indirectos y las opciones terapéuticas disponibles actualmente en el contexto agudo y crónico.
Referencias:
- Cardiovasc Drugs Ther. - Hyperkalaemia in Cardiological Patients: New Solutions for an Old Problem

Alfonso Valle Muñoz