A nivel mundial, se prevé que la esperanza de vida y la carga de morbilidad estandarizada por edad mejoren entre 2022 y 2050, y que la mayor parte de la carga siga desplazándose a las enfermedades cardiometabólicas. Debido principalmente al crecimiento y envejecimiento de la población, el número de muertes y años potenciales de vida perdidos debidos a todas las causas combinadas aumentará en general.
Al construir escenarios futuros alternativos en los que se eliminan ciertas exposiciones de riesgo para 2050, se observa que existen oportunidades para mejorar sustancialmente los resultados sanitarios en el futuro mediante esfuerzos concertados para prevenir la exposición a factores de riesgo bien establecidos y ampliar el acceso a intervenciones sanitarias clave, entre ellas la polipíldora.
Referencias: