El uso de Morfina podría retrasar y disminuir el efecto del Clopidogrel
Según este estudio doble ciego y controlado con placebo, publicado recientemente on-line en JACC, la administración de morfina retrasa la absorción y disminuye la concentración plasmática de los metabolitos activos de clopidogrel, lo que podría conducir al fracaso del tratamiento en individuos susceptibles.
Es de todos conocido que la anti agregación plaquetaria con aspirina e inhibidores del receptor P2Y constituye uno de los pilares básicos en el tratamiento del síndrome coronario agudo. Pese a ello, desconocemos con exactitud las interacciones entre los distintos fármacos usados en esta entidad patológica. Aunque se recomienda la morfina para el alivio del dolor en el síndrome coronario agudo, hay estudios que asocian el uso de este fármaco con un aumento de la mortalidad. Si bien no hay una prueba de una relación causa efecto, si que podría haber una interacción farmacológica biológicamente plausible: la morfina retrasaría el vaciado gástrico, lo que retrasaría la formación de metabolitos activos de clopidogrel. Así pues, el presente estudio nace para probar la hipótesis de que la morfina podría reducir la concentración de metabolitos activos del clopidogrel y, por tanto, reducir sus efectos antiplaquetarios.
Se trata de un estudio doble ciego, aleatorizado, cruzado y controlado con placebo que incluyó a 24 voluntarios sanos. Después de una noche de ayuno, se administró una dosis de carga de clopidogrel 600 mg con 250 ml de agua del grifo después de la inyección de placebo o de 5 mg de morfina. Las concentraciones de los metabolitos se midieron mediante espectrometría de masa y los efectos se comprobaron mediante varios test de agregación plaquetaria.
El estudio incluyó a 17 hombres y 7 mujeres con una edad media de 32 años y un peso medio de 75 kg. la inyección de morfina causó eventos adversos de intensidad leve-moderada en la mitad de los sujetos, incluyendo rubor (42%), presión en el pecho (25%), náuseas (25%), fatiga (17%), dolor de cabeza (8%) y xerostomía (8%).
La inyección de morfina retrasó la absorción de clopidogrel (p=0,025), y redujo el área bajo la curva de los niveles de su metabolito activo un 52% (p=0,001). La morfina retrasó la inhibición máxima de la agregación plaquetaria en un promedio de 2 horas (p<0,001). La agregación plaquetaria residual fue mayor 1-4 h después de la inyección de morfina (p<0,005). Además, la morfina retrasó la inhibición de la formación del trombo plaquetario.
Con todo esto los autores concluyen que la administración de morfina retrasa y disminuye el efecto del clopidogrel y que esto podría traducirse en una mayor incidencia de eventos cardiovasculares tras un síndrome coronario agudo.
Por nuestra parte consideramos que si bien las conclusiones de este estudio han de ser tenidas en cuenta, se trata de un estudio con un tamaño muestral muy reducido que evalúa únicamente a voluntarios sanos. Así pues, son precisos estudios en una población clínica que incluyan a un mayor número de pacientes. De igual forma, y dadas las recomendaciones de las últimas guías de práctica clínica, es preciso evaluar las posibles interacciones entre los nuevos antiagregantes plaquetarios y la morfina en el tratamiento del síndrome coronario agudo.
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