El efecto incretina y los inhibidores de DPP-4
El fenómeno por el cual la glucosa oral genera una respuesta de insulina mayor que la glucosa intravenosa con los mismos perfiles de glucosa en plasma (isoglucemia) se conoce como “efecto incretina”. La regulación al alza del efecto incretina en respuesta a una carga de glucosa oral es básica para la homeostasis de glucosa. Los pacientes adultos con diabetes tipo 2 presentan una mala regulación del efecto incretina, lo que puede contribuir a la deficiente regulación de glucosa en estos pacientes. Las hormonas incretinas desempeñan un papel importante en la diabetes tipo 2 y su tratamiento. El efecto incretina es menor en personas con diabetes tipo 2, lo que contribuye a una mala regulación de glucosa. La inhibición de la enzima DPP-4 ralentiza la rápida desactivación de GLP-1 endógeno, manteniendo concentraciones fisiológicamente activas y mejorando la regulación de glucosa.
Las hormonas incretinas tienen múltiples acciones fisiológicas
Las hormonas endógenas más importantes del sistema incretino son GLP-1 y GIP, que se secretan en el intestino después de las comidas. Las incretinas influyen en las acciones de la insulina y el glucagón en el páncreas. Aumentan la secreción de insulina dependiente de la glucosa en células β del páncreas y, de hecho, hasta el 70% de la secreción postprandial de insulina se puede atribuir a la acción de las incretinas. También suprimen la secreción de glucagón en células α pancreáticas, lo que causa una reducción de la producción de glucosa hepática. Las incretinas estimulan la secreción de insulina en células β pancreáticas de una manera que depende de la glucosa; es decir, la secreción de insulina se produce en respuesta a la glucosa ingerida, de forma que la reducción de glucosa no cause hipoglucemia. Las incretinas también aumentan la sensibilidad a la insulina y la absorción de glucosa en la periferia con independencia de la secreción de insulina16. Por otra parte, existen indicios de que GLP-1 puede estimular el aumento de la masa y la función de las células β.
Reducción del efecto incretina en la diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 reduce notablemente el efecto incretina. La patogénesis parece implicar una disfunción de ambas incretinas, puesto que se secreta menos GLP-1 después de ingerir alimentos, se reduce la respuesta pancreática a GLP-1 y se pierde casi por completo la capacidad de GIP para estimular la secreción de insulina. Por otra parte, las pruebas de tolerancia a la glucosa oral (PTGO) indican que se reduce la supresión de la secreción de glucagón con respecto a la infusión isoglucémica de glucosa intravenosa en pacientes adultos con diabetes tipo 2.
Los inhibidores de DPP-4 prolongan la semivida de GLP-1 nativo
Las hormonas endógenas GLP-1 y GIP se desactivan rápidamente por acción de la DPP-4. La inhibición de DPP- 4 en la diabetes tipo 2 aumenta el nivel de GLP-1 y GIP prolonga su actividad, lo que produce un aumento de secreción de insulina, una reducción de la glucosa en sangre y una mejora general de la homeostasis de glucosa.
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