
Entrevistamos al Dr. Martín Jesús García González, Médico Adjunto y Coordinador de la Unidad de Cuidados Cardiacos Agudos del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Canarias (Servicio Canario de la Salud), sobre los resultados del estudio LAICA, que evalúa la eficacia y seguridad de la administración de dosis repetidas intermitentes de Levosimendán en pacientes con Insuficiencia Cardiaca Avanzada.
¿Podría explicar, brevemente, cuál ha sido el objetivo del estudio LAICA?
El estudio LAICA es un estudio que ha sido diseñado para verificar si la administración de dosis periódicas de levosimendán en la insuficiencia cardiaca avanzada es una estrategia de tratamiento eficaz para reducir la hospitalización y la mortalidad de los pacientes que sufren este síndrome.
Los objetivos primarios del estudio se compararon entre dos grupos de pacientes aleatorizados de forma ciega: un grupo tratado con levosimendán, mediante a una infusión continua durante 24 horas cada 30 días, y un grupo control al cual se administró placebo.
¿Cuáles han sido los resultados más notables del estudio?
Inicialmente debo destacar que el estudio tuvo que suspenderse por no conseguir reclutar a los 261 pacientes necesarios, que fue el tamaño muestral calculado para verificar la hipótesis. No obstante, a pesar de la baja tasa de reclutamiento, en el estudio se incluyeron 99 pacientes y 97 de ellos fueron finalmente analizados.
Los resultados obtenidos son alentadores. Con respecto a la tasa de reingreso por descompensación aguda en los pacientes tratados con levosimendán se vio que la proporción de pacientes que reingresaban fue inferior. Sin embargo, cabe remarcar que hubo significación estadística en las diferencias entre los dos grupos a lo largo de los 3 primeros meses del tratamiento pero, posteriormente, aun persistiendo la diferencia en la incidencia de ingreso por descompensación aguda, las proporciones no fueron estadísticamente significativas. Asimismo, este hecho se observó en el análisis de la mortalidad de los pacientes.
Los autores del trabajo pensamos que esta pérdida del efecto y la imposibilidad de demostrar la significación a lo largo de todo el estudio pueden deberse, probablemente, al insuficiente tamaño muestral del estudio.
El hallazgo más importante del estudio, desde mi punto de vista, es que el tratamiento con levosimendán proporcionó una mayor supervivencia de los pacientes que lo recibieron, a pesar de que el número de pacientes no fue el deseado.
¿Qué pacientes cree usted que pueden beneficiarse de los resultados encontrados en este estudio?
Creo que, en líneas generales, todos aquellos pacientes que sufren el síndrome de insuficiencia cardiaca avanzada podrían ser susceptibles de recibir esta estrategia de tratamiento.
La insuficiencia cardiaca avanzada es una situación en la que existe una disfunción miocárdica severa que produce descompensaciones agudas de forma repetida y hospitalizaciones frecuentes y duraderas; esto ocasiona un gran gasto sanitario y toda aquella estrategia de tratamiento que pueda reducir el gasto sanitario, mejore de forma importante la calidad de vida de los pacientes y alargue la supervivencia debe ser una opción terapéutica a considerar.
Básicamente, la aproximación con este tratamiento está más circunscrita a pacientes que pueden encontrarse en una lista de espera para trasplante cardiaco (en el sentido de alargar la supervivencia y ganar tiempo hasta el trasplante) y pacientes que están privados de terapia, como el trasplante o el implante de dispositivos de asistencia circulatoria, ya que puede ser una medida paliativa que alargue la vida de los pacientes y mejore su supervivencia.
¿Qué ventajas cree que ofrece el uso de levosimendán respecto de otras terapias inotrópicas en el manejo de la insuficiencia cardiaca avanzada?
Las ventajas del levosimendán derivan de sus propiedades farmacológicas. Es un medicamento con propiedades inotrópicas y vasodilatadoras, que no aumenta el consumo miocárdico de oxígeno, no es cardiotóxico y no es proarrítmico. En el presente, se está demostrando que la administración de este fármaco en dosis repetidas prolonga la supervivencia de los pacientes, cosa que no han demostrado otros inotrópicos.