La albuminuria, definida como la excreción aumentada de albúmina en orina, se reconoce como un marcador temprano y potente de disfunción endotelial y de riesgo cardiovascular, renal y metabólico. Este biomarcador ha sido ampliamente estudiado en pacientes con diabetes, hipertensión, enfermedad renal crónica o insuficiencia cardiaca, pero también presenta asociaciones significativas en individuos con pocos factores de riesgo cardiovasculares.
Importancia de la albuminuria como biomarcador
El cociente albúmina/creatinina urinario (UACR) es una herramienta sencilla, accesible y sensible para detectar daño renal subclínico y riesgo cardiovascular. Existen evidencias sólidas que demuestran una relación dosis-respuesta entre niveles crecientes de UACR y la aparición de eventos cardiovasculares y progresión de la enfermedad renal crónica.
Medición y clasificación de la albuminuria
La medición de albuminuria puede realizarse mediante varias técnicas, siendo el UACR en orina puntual la más utilizada en la práctica clínica. Los valores se clasifican en:
-
Normal a mínimamente aumentada: <30 mg/g
-
Moderadamente aumentada: 30-300 mg/g
-
Severamente aumentada: >300 mg/g
No obstante, existe un reconocimiento creciente sobre los riesgos que conlleva la albuminuria incluso por debajo del umbral tradicional de 30 mg/g, lo cual motiva propuestas para reclasificar estos niveles.
Variabilidad y mecanismos fisiopatológicos
La excreción urinaria de albúmina puede variar considerablemente entre mediciones, lo que exige pruebas repetidas para confirmar un diagnóstico. La albuminuria puede resultar de mecanismos glomerulares (daño a la membrana basal glomerular o a los podocitos) o tubulares (fallo en la reabsorción tubular de albúmina).
Fenotipos clínicos y mecanismos asociados
-
Enfermedad renal crónica: lesiones en podocitos y alteraciones en el espacio subpodocitario contribuyen a la albuminuria progresiva.
-
Hipertensión: la presión intraglomerular elevada provoca hiperfiltración y daño endotelial.
-
Insuficiencia cardiaca: la congestión renal y el escape de aldosterona son factores relevantes.
-
Enfermedad cardiovascular aterosclerótica: disfunción endotelial sistémica y daño a la glicocáliz vascular se asocian con aumento de albuminuria.
-
Diabetes: la hiperglucemia crónica afecta la selectividad de carga de la membrana basal glomerular y la reabsorción tubular.
Albuminuria como factor de riesgo cardiovascular
Numerosos estudios han vinculado la albuminuria con mortalidad cardiovascular y por todas las causas, incluso en poblaciones sin factores de riesgo mayores. La presencia de albuminuria se asocia a disfunción diastólica, hipertrofia ventricular izquierda y eventos cardiovasculares mayores, como infarto y accidente cerebrovascular.
Niveles bajos de albuminuria y riesgo cardiovascular
Incluso niveles bajos de UACR (<30 mg/g) aumentan el riesgo de eventos cardiovasculares y progresión de enfermedad renal. Diversos estudios han mostrado que el riesgo comienza a elevarse con valores tan bajos como 7-10 mg/g.
Albuminuria como marcador de progresión de enfermedad renal
La albuminuria >30 mg/g es criterio diagnóstico de enfermedad renal crónica, pero también valores menores se asocian con inicio y progresión de dicha enfermedad, incluyendo el riesgo de llegar a enfermedad renal terminal.
Albuminuria y trastornos metabólicos
-
Obesidad: la obesidad central se relaciona con mayor incidencia de albuminuria, incluso sin diabetes. La glomeruloesclerosis segmentaria focal secundaria a obesidad es una entidad progresiva.
-
MASLD: la enfermedad hepática por disfunción metabólica está relacionada con albuminuria en estudios epidemiológicos.
-
Resistencia a la insulina: asociada con albuminuria tanto en individuos sin diabetes como en prediabéticos.
Reducción de la albuminuria y beneficios en salud cardiorrenal
Los medicamentos con efecto cardiorrenal protector, como los iSGLT2, agonistas del receptor de GLP-1, antagonistas de los receptores de mineralocorticoides y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o los bloqueadores del receptor de angiotensina, muestran beneficios en la reducción de eventos cardiovasculares y en la progresión de enfermedad renal. La reducción de albuminuria se asocia con mejores desenlaces, aunque estos medicamentos tienen mecanismos de acción múltiples.
Terapias combinadas y estrategias emergentes
La combinación de estos tratamientos es objeto de investigación activa. Los estudios sugieren beneficios aditivos entre iSGLT2, agonistas del receptor de GLP-1 y antagonistas de mineralocorticoides, particularmente en diabetes tipo 2. Las estrategias de iniciación temprana y secuencial son recomendadas para evitar inercia terapéutica.
Albuminuria como biomarcador de salud cardiovascular, renal y metabólica
La albuminuria refleja disfunción vascular subclínica. Su medición está recomendada en pacientes con riesgo cardiovascular alto, incluyendo aquellos con hipertensión, diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad cardiovascular aterosclerótica o insuficiencia cardiaca. El cociente UACR está incorporado en nuevas calculadoras de riesgo cardiovascular como la PREVENT.
Barreras y estrategias para mejorar la detección
A pesar de las recomendaciones, la tasa de cribado sigue siendo baja en atención primaria. Se propone integrar programas de detección sistemática, mejorar los flujos de trabajo clínico y considerar el cribado domiciliario para ampliar el alcance.
Conclusión
La albuminuria es un biomarcador crítico que permite detectar disfunción vascular antes de la caída del filtrado glomerular estimado. Incluso niveles bajos deben considerarse significativos desde el punto de vista pronóstico. Ampliar el cribado, personalizar las terapias y entender los mecanismos subyacentes debe ser el foco de futuras investigaciones para mejorar la salud poblacional cardiovascular, renal y metabólica.
Referencias:
- Circulation. - Albuminuria in Cardiovascular, Kidney, and Metabolic Disorders: A State-of-the-Art Review
