Tratamiento de la enfermedad coronaria en adultos mayores: Revascularización y entrenamiento físico

La edad media de los pacientes con enfermedad coronaria no deja de aumentar. En los pacientes de más edad se tiende a infrautilizar el abordaje invasivo, la revascularización coronaria, los tratamientos farmacológicos actualizados y las estrategias de prevención secundaria, incluida la rehabilitación cardiaca.

Los ancianos con enfermedad coronaria suelen presentar síntomas atípicos, afectación multivaso, anatomía coronaria compleja y una mayor presencia de factores de riesgo y comorbilidades. Aunque tanto los procedimientos invasivos como los tratamientos médicos se caracterizan por un mayor riesgo de complicaciones, evitarlos puede dar lugar a un resultado subóptimo.

A menudo, otros factores que se pasan por alto, como la enfermedad microvascular coronaria, la desnutrición y el bajo rendimiento físico, desempeñan un papel clave en la determinación del pronóstico y, sin embargo, no se evalúan ni abordan de forma rutinaria en los pacientes de edad avanzada.

Históricamente, los médicos se han basado en subanálisis o en hallazgos observacionales para tomar decisiones clínicas, ya que los adultos mayores solían estar excluidos o infrarrepresentados en los estudios clínicos. Recientemente, se dispone de pruebas específicas mediante ensayos clínicos aleatorizados para los pacientes ancianos con enfermedad coronaria. Sin embargo, el tratamiento de los pacientes ancianos con enfermedad coronaria sigue planteando varias cuestiones importantes.

Esta revisión pretende resumir de forma exhaustiva y evaluar críticamente esta evidencia emergente, centrándose en el tratamiento invasivo y la revascularización coronaria. Además, pretende contextualizar estas intervenciones en el marco de la mejora de las herramientas de estratificación del riesgo para los pacientes ancianos con enfermedad coronaria, mediante escalas fáciles de usar junto con el énfasis en la importancia de promover la actividad física y el entrenamiento físico para mejorar los resultados de los tratamientos invasivos y médicos. Este enfoque integral puede representar la clave para mejorar el pronóstico en la compleja y creciente población de pacientes mayores con enfermedad coronaria.