Estado nutricional al ingreso y pronóstico en el shock cardiogénico

A pesar de los avances en los últimos años en el tratamiento del shock cardiogénico, la mortalidad de esta entidad sigue siendo muy elevada, llegando a alcanzar el 50% en algunas series. Incluso en el ensayo DANGER-SHOCK, primero en demostrar beneficio en la supervivencia asociado al empleo de dispositivos de soporte circulatorio mecánico, la mortalidad rondó el 40% a 30 días en el grupo de pacientes asistidos con Impella CP.

La influencia del estado nutricional sobre el pronóstico de los pacientes críticos ha sido explorada en diferentes ocasiones en varios contextos clínicos: sepsis, quemados, trauma… Sin embargo, hasta la fecha, este aspecto no había sido explorado en el paradigma del paciente crítico cardiológico, el paciente en shock cardiogénico. Por este motivo se decidió la realización de este estudio, utilizando la escala CONUT por su sencillez de aplicación, pudiendo calcularse la puntuación final a partir de tres valores analíticos de fácil disposición como son los niveles de colesterol total, de linfocitos y de albúmina.

Los resultados obtenidos en este estudio muestran como la severidad del shock aumenta a medida que el estado nutricional al ingreso empeora, del mismo modo que el pronóstico de los pacientes se deteriora a medida que aumenta el grado de malnutrición de los mismos. De esta manera, un estado de malnutrición superior a un grado ligero resultó ser un predictor independiente de mortalidad para los pacientes en shock cardiogénico, entre otros predictores clásicos ya conocidos.

Cobra sentido pensar que, en un estado de catabolismo aumentado en el que la malnutrición y la inflamación confluyen generando una agresión para el organismo, una optimización del estado nutricional del paciente que lograra satisfacer las demandas del mismo podría detener o al menos paliar el impacto de dicha agresión. Por este motivo, una hipótesis de trabajo que extraemos para futuros estudios es determinar si una corrección precoz de un estado nutricional deficitario podría implicar una mejoría en el pronóstico de estos pacientes.