Guía Británica Ecocardiografía transtorácica en adultos con cáncer que reciben antraciclinas y/o trastuzumab

La cardio-oncología ha emergido como una subespecialidad esencial ante el creciente número de pacientes oncológicos que presentan complicaciones cardiovasculares secundarias a terapias antineoplásicas. Las antraciclinas y el trastuzumab, fármacos ampliamente utilizados en el tratamiento del cáncer, están estrechamente asociados a disfunción sistólica del ventrículo izquierdo. La ecocardiografía transtorácica es la herramienta diagnóstica clave para la detección y monitorización de la disfunción ventricular relacionada con estas terapias.

La British Society of Echocardiography (BSE) y la British Cardio-Oncology Society (BCOS) han desarrollado una guía detallada para estandarizar la evaluación ecocardiográfica en este contexto clínico.

Objetivos de la guía

Los principales propósitos de esta guía son:

1. Definir un protocolo estándar para la evaluación ecocardiográfica del ventrículo izquierdo en pacientes bajo tratamiento con antraciclinas y/o terapia dirigida contra HER2.

2. Establecer criterios ecocardiográficos para la definición de cardiotoxicidad inducida por tratamiento oncológico.

3. Proporcionar estrategias para la obtención de estudios ecocardiográficos de alta calidad.

4. Revisar factores clínicos no ecocardiográficos para la toma de decisiones.

Justificación clínica

Las antraciclinas (como doxorrubicina y epirrubicina) inducen toxicidad a través de mecanismos que incluyen la generación de especies reactivas de oxígeno, afectando el ADN y la membrana celular. Por su parte, el trastuzumab interfiere con la vía de señalización neuregulina-1/ErbB. Ambas terapias se asocian a disfunción ventricular izquierda, aunque la toxicidad por trastuzumab suele ser reversible.

Dado que estas terapias son fundamentales para el tratamiento oncológico, la guía enfatiza en la importancia de implementar tratamientos cardioprotectores para permitir la continuidad de la terapia contra el cáncer.

Protocolo ecocardiográfico recomendado

Se debe realizar un ecocardiograma transtorácico completo antes de iniciar el tratamiento. Este debe incluir:

• Fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) en 2D y 3D

• Deformación longitudinal global (GLS)

• Evaluación del tamaño y función del ventrículo derecho

• Velocidad de regurgitación tricuspídea

• Presión arterial

Durante el tratamiento, se recomienda un protocolo de seguimiento personalizado según el riesgo del paciente, utilizando estudios ecocardiográficos dirigidos.

Criterios ecocardiográficos de cardiotoxicidad

• Disminución de la FEVI >10 puntos porcentuales hasta un valor <50%.

• Disminución de FEVI >10 puntos hasta ≥50% con una reducción del GLS >15%: probable cardiotoxicidad subclínica.

• Disminución del GLS >15% sin descenso significativo de la FEVI: posible cardiotoxicidad subclínica.

Herramientas avanzadas de imagen

Se recomienda el uso de:

• FEVI tridimensional por su mayor reproducibilidad

• GLS por su sensibilidad para detectar daño miocárdico precoz

• Ecocardiografía con contraste en caso de definición endocárdica subóptima

• Imagen por resonancia magnética cardiaca si la ventana ecocardiográfica es deficiente

Evaluación del riesgo cardiovascular

Debe realizarse una valoración integral antes del tratamiento, considerando:

• Tipo y dosis de terapia

• Factores de riesgo cardiovascular clásicos

• Funcionalidad ventricular basal

• Niveles de biomarcadores (troponina y NT-proBNP)

Derivación al servicio de cardio-oncología

Todo paciente con disfunción ventricular establecida, así como aquellos con disminuciones significativas en GLS, debe ser evaluado por un equipo especializado en cardio-oncología. Este equipo debería guiar la monitorización y manejo de terapias cardioprotectoras para facilitar la continuidad del tratamiento oncológico.

Conclusión

La ecocardiografía transtorácica representa una herramienta indispensable para la evaluación y vigilancia de la función cardiaca en pacientes oncológicos expuestos a antraciclinas y/o trastuzumab. La estandarización de su uso, junto a la incorporación de parámetros avanzados como el GLS y la FEVI tridimensional, optimiza la detección precoz de cardiotoxicidad y permite una toma de decisiones clínica segura y personalizada.