Serie "5 minutos de Oro" con Amparo Soldevila sobre las Terapias Sustitutivas Renales; organizada por la Unidad de IC Avanzada y Trasplante del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia.
El síndrome cardiorrenal tipo 4, donde la enfermedad renal crónica lleva a una enfermedad cardiovascular, representa un gran desafío en pacientes que requieren terapias sustitutivas renales como la diálisis. La prevalencia de la enfermedad renal crónica ha aumentado, especialmente en adultos mayores, elevando el riesgo de mortalidad cardiovascular. Los pacientes en diálisis tienen una mortalidad diez veces mayor que la población general, siendo la causa principal la enfermedad cardiovascular.
Diversos factores contribuyen a este riesgo, incluyendo hipertensión, hiperparatiroidismo secundario, fosfato elevado, estrés oxidativo e inflamación crónica. Estos factores incrementan la incidencia de hipertrofia ventricular izquierda, insuficiencia cardíaca, y arterioesclerosis en estos pacientes. También se observan riesgos aumentados de arritmias, calcificación vascular y muerte súbita.
Las estrategias para reducir el riesgo incluyen el control del volumen extracelular, la presión arterial y el metabolismo de calcio y fósforo. Además, se recomienda una optimización de la diálisis, empleando métodos como la ecografía pulmonar para un ajuste preciso del volumen. Técnicas como la diálisis peritoneal y el trasplante renal, cuando es posible, son opciones valiosas para mejorar la estabilidad hemodinámica y reducir complicaciones.
En conclusión, el manejo adecuado de los factores de riesgo cardiovascular y la optimización de las terapias renales en pacientes con enfermedad renal avanzada pueden mejorar significativamente la supervivencia y calidad de vida en esta población.
