Terapia hormonal sustitutiva y eventos cardiovasculares en mujeres recientemente postmenopáusicas: ensayo aleatorizado
Estudio danés donde se aprecia el impacto beneficioso del tratamiento hormonal en mujeres perimenopáusicas sobre la enfermedad cardiovascular, en concreto mortalidad, insuficiencia cardiaca e infarto de miocardio.
Este estudio danés incluyó a más de 1.000 mujeres entre 45-58 años a tratamiento hormonal basado principalmente en estradiol contra placebo. El régimen difería si las mujeres estaban histerectomizadas (en este caso recibían estradiol 2 mg) de si no lo estaban (entonces tomaban estradiol trifásico y acetato de norethisterone). Todas las mujeres tomaban además progesterona natural. La intervención fue detenida tras 11 años, por los resultados adversos de otros ensayos clínicos, pero las participantes fueron seguidas durante 16 años para detectar muerte, eventos cardiovasculares y muerte. Este estudio encontró a los 10 años de la intervención que 16 mujeres del grupo de tratamiento tuvieron el endpoint primario compuesto (mortalidad, infarto, insuficiencia cardiaca), por 33 en el grupo control (HR 0,48, p=0,015). Además 15 murieron en el grupo tratamiento por 26 en el control (HR 0,57, p=0,084). Estos resultados se obtuvieron sin aumentar los casos de cáncer en general (36 en el grupo tratamiento por 39 en el control, HR 0,92, p=0,71), ni en el de cáncer de mama (10 en el grupo tratamiento por 17 en el control, HR 0,58, p=0,17), ni en el riesgo de trombosis venosa profunda (2 en el brazo de tratamiento por 1 en el control, HR 2,01, p=no significativa) ni de ictus ( 11 en el grupo de tratamiento por 14 en el control, HR 0,77, p=0,77). A los 16 años el efecto se mantenía. El endpoint primario compuesto se dio en 53 mujeres en el grupo control y en 33 en el grupo de tratamiento (HR 0,61, p=0,02). En las curvas de Kaplan-Meier se aprecia que los dos grupos divergen al principio de la aleatorización y no parecen cambiar después de los 10 años, cuando se las aconsejó abandonar el tratamiento por los resultados de otros ensayos clínicos. Los autores hipotetizan sobre los posibles mecanismos que pueden explicar estos hallazgos, tales como un efecto positivo en el metabolismo de los lípidos, que se traduciría en un nivel menor de colesterol total y una mejoría de la función endotelial. Además proponen que la progesterona usada en este estudio (“progesterona natural”) tiene mejor perfil cardiovascular que el acetato de medroxiprogesterona usado en otros ensayos similares, si bien esto afecta a los dos brazos del ensayo. Además, el tratamiento hormonal provoca unos cambios fisiológicos favorables, tales como menor proporción de grasa en comparación con el grupo control.
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