Novedades TAVI para las válvulas bicúspides y bioprótesis degeneradas
Las válvulas aórticas bicúspides y las bioprótesis degeneradas, supusieron inicialmente una contraindicación para las prótesis tránscateter (TAVI). Sin embargo, nuevos datos presentados en el congreso europeo ESC 2013 apuntan cambios en esta percepción. Nuevos trabajos presentados en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) 2013, celebrado en Ámsterdam apoyan la expansión de las TAVI en dos áreas: la de las bioprótesis degeneradas (cuando se implanta una TAVI dentro el procedimiento se denomina ilustrativamente “valve in valve”) y válvulas aórticas bicúspides congénitas. Condiciones ambas en las que las TAVI previamente han sido consideradas "relativamente" contraindicadas, al menos en los primeros años de andadura de esta técnica. Los avances técnicos y la mayor experiencia de los grupos dedicados a la estructural están dando un vuelco a la situación.
TAVI “valve in valve”
El Dr. Spyridon Katsanos (Universidad de Leiden, Países Bajos) presentó los resultados de una pequeña serie de 16 pacientes que se sometieron a la implantación transcatéter de válvula dentro de válvulas biológicas disfuncionantes utilizando el dispositivo Sapien Edwards. Todos menos cuatro pacientes tenían bioprótesis aórticas degeneradas, dos tenían prótesis biológicas mitrales disfuncionantes y los otros dos tenían anillos mitrales. Después de un seguimiento medio de 21 meses, la supervivencia fue similar entre los enfermos sometidos a reoperación quirúrgica convencional y aquellos pacientes tratados con TAVI. Es de destacar que los pacientes tratados con TAVI fueron, en promedio, 10 años mayores que aquellos en el grupo tratado quirúrgicamente. Así, los autores concluyen que los pacientes de alto riesgo quirúrgico y también los pacientes de edad avanzada con bioprótesis defectuosas considerados no operables pueden tener así una alternativa razonable de tratamiento a la cirugía cardíaca.Enfermedad de la válvula aórtica bicúspide
En otra presentación, el Dr. Timm Bauer (Heart Center Ludwigshafen , Alemania), presentó los resultados de 38 pacientes del registro TAVI alemán que tenían válvulas bicúspides congénitas. Las características basales, señaló, fueron similares en este grupo de pacientes a los de válvula aórtica tricúspide. Tanto a los 30 días y al año de la implantación de la TAVI, la mortalidad no fue estadísticamente diferente entre los pacientes con válvulas bicúspides y tricúspides. Al año, el 13,2% de los pacientes con válvulas bicúspides habían fallecido, en comparación con el 20,1% de los pacientes con válvula aórtica tricúspide. Es de destacar, sin embargo, que la insuficiencia aórtica residual (de 2 + o mayor grado) se observó en 25% de los pacientes con bicúspides, en comparación con sólo el 14,7% de los pacientes tricúspide (p=0,05). Resumiendo, aunque el riesgo de regurgitación aórtica relevante parece ser mayor entre los pacientes con válvulas bicúspides, la mortalidad hospitalaria y a un año es similar en comparación con los pacientes con válvula aórtica tricúspide. El sistema CoreValve (Medtronic) recibió aprobación de la Marca CE a principios de este año para los procedimientos de válvula en la válvula (valve in valve), siendo el primer dispositivo en obtener esta indicación. En conclusión, datos prometedores, y aunque obviamente necesitamos estudios más extensos antes de generalizar las mencionadas indicaciones de TAVI, suponen un nuevo paso adelante en el avance imparable de la técnica transcatéter.Enlaces: