El tratamiento de la insuficiencia cardiaca según las guías es coste-efectivo
Estudio que valora el coste-efectividad del tratamiento con IECAs, Betabloqueantes y antagonistas de la Aldosterona en pacientes con insuficiencia cardiaca y FEVI disminuida. Los autores concluyen que el tratamiento es coste-efectivo y que puede ahorrar costes económicos.
La insuficiencia cardiaca es una de las principales causas de morbilidad, mortalidad y gasto sanitario en todo el mundo. Se estiman en 39,2 billones de dólares americanos los costes directos e indirectos derivados de esta patología cada año.
El tratamiento de la insuficiencia cardiaca con IECAs, Betabloqueantes y antagonistas de la Aldosterona se ha consolidado en los últimos años, siendo contemplado en las guías de práctica clínica. El estudio que hoy presentamos surge para valorar, en esta nueva situación, el coste-efectividad del tratamiento indicado en las guías de práctica clínica.
El objetivo fue cuantificar las ratios de coste-efectividad incremental (cuyo acrónimo en inglés es ICER: “incremental cost-effectiveness ratios”) del tratamiento actual de la insuficiencia cardiaca, respecto al tratamiento clásico únicamente con diuréticos. El ICER es una medida de evaluación de coste-efectividad que proporciona información sobre si los costes adicionales, originados por el cambio de una pauta terapéutica antigua a otra más novedosa, pueden ser justificados por los beneficios clínicos adicionales del nuevo tratamiento.
Para ello se diseñó un modelo tipo Markov, que estimó costes, años de vida saludable ganados y ratios de coste-efectividad de pacientes con insuficiencia cardiaca y FEVI disminuida en clase funcional NYHA II-III. Se comparó la cohorte basal (tratamiento sólo con diuréticos) con tres brazos de tratamiento: A) IECAs; B) IECA’s + Betabloqueantes; C) IECAs + Betabloqueantes + antagonistas de la Aldosterona. Se tuvieron en cuenta los costes derivados de: hospitalización por insuficiencia cardiaca, tratamiento, monitorización del tratamiento y cuidados ambulatorios. Asumiendo un planteamiento conservador, los costes del tratamiento se tuvieron en cuenta hasta la muerte del paciente, mientras que el beneficio clínico sólo se supuso en los dos primeros años.
Los resultados mostraron que los pacientes tratados sólo con diuréticos acumulan una media de gasto sanitario de 12.742$ a lo largo de toda su vida. El tratamiento con IECA supondría un ahorro de 444$, el tratamiento con IECAs + Betabloqueantes ahorraría 33$, mientras que el uso combinado de IECAs + Betabloqueantes + antagonistas de la Aldosterona incrementaría el coste en 47$. Se realizó un análisis de sensibilidad que contempló diferentes escenarios, en todos ellos el ICER del tratamiento combinado de IECAs + Betabloqueantes + antagonistas de la Aldosterona fue menor de 10.000$ por año de vida saludable ganado (3.431$ en el peor de los escenarios).
Las limitaciones del presente estudio se derivan de que las estimaciones de costes y de beneficio clínico se hicieron en base a estudios previos y no a observaciones directas. Por otra parte, no se han tenido en cuenta costes indirectos como la pérdida de productividad en caso de muerte por insuficiencia cardiaca.
Para terminar, es preciso hacer hincapié, tal y como señalan los autores, en otras implicaciones prácticas de este estudio. Así, los datos derivados del mismo apuntan a que serían también rentables campañas encaminadas a aumentar la prescripción según las guías y la adherencia al tratamiento. En función de la efectividad de la campaña, podrían emplearse entre 2.786 y 13.986$ por paciente para asegurar la adherencia al tratamiento, manteniéndose, en todo caso un ICER aceptable (25.000$/año de vida).
En resumen, el tratamiento con Betabloqueantes, IECAs y antagonistas de la Aldosterona es coste-efectivo y puede incluso ahorrar costes respecto al tratamiento únicamente con diuréticos. Desde un punto de vista económico, también están justificadas estrategias encaminadas a aumentar la adherencia al tratamiento con estos fármacos.
Enlaces: