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Este documento hace énfasis en que se requiere un manejo individualizado e integral de la hiperglucemia. No sólo debe considerarse el control de la glucosa si no también debe de incidirse en los hábitos de vida saludables como dejar de fumar, evitar el sobrepeso y realizar ejercicio físico. En el articulo, se hace enfásis en que el control de la glucemia debe ser un factor de riesgo más que debe de valorarse conjuntamente y de forma integral, con el resto de factores de riesgo cardiovascular, como el control de presión arterial y las cifras de colesterol, entre otros.
En este consenso se mantiene que el objetivo de control de hemoglobina glicada debe ser del 7% o inferior. Sin embargo, esta diana terapéutica debe individualizarse sobre todo para aquellos pacientes con esperanza de vida limitada, tiempo de evolución prolongado de la diabetes mellitus tipo 2, comorbilidades importantes y enfermedad cardiovascular establecida. En estos casos, el objetivo de control glucémico debe ser menos exigente, ya que el beneficio clínico de un control intensivo de la glucemia puede acompañarse de riesgo de hipoglucemias y efectos adversos del tratamiento.
Este “Update” hace referencia a las nuevas herramientas farmacológicas que han aparecido para el control de la glucemia en la diabetes mellitus tipo 2 en los últimos años, como consecuencia de recientes ensayos clínicos publicados.
Los inhibidores del receptor de glucosa a nivel del túbulo renal (SGLT2) han demostrado disminuir las cifras de hemoglobina glicada de 0,5-1% frente a placebo. El riesgo de hipoglucemia no existe con estos fármacos ya que actúan sobre la reabsorción de glucosa a nivel del túbulo renal. Su principal efecto adverso es la aparición de infecciones urinarias. En el consenso aparecen recomendados en cualquier estadío de la diabetes mellitus tipo 2, tanto en combinación con metformina, como con otros antidiabéticos orales e incluso insulina.
Finalmente, los análogos de GLP1 han demostrado, en los últimos ensayos, ser una alternativa eficaz para el control glucémico en combinación con insulina. La adición de analogos de GLP1 a un régimen de insulina permite un mejor control glucémico postpandrial, pérdida de peso con menor riesgo de hipoglucemias. Esta asocación parece interesante para pacientes con obesidad con mal control de la glucemia postpandrial que requieren elevadas dosis de insulina.
Management of Hyperglycemia in Type 2 Diabetes, 2015: A Patient-Centered Approach »