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El seguimiento moderno del paciente cardiópata crónico ha sido el tema sobre el que ha versado la ponencia del Dr. Juan Carlos Obaya Rebollar, médico de Atención Primaria (AP) del Centro de Salud de Alcobendas, quien ha intervenido en la mesa redonda titulada ‘Procesos compartidos en Atención Primaria y Cardiología”. Este doctor ha comenzado defendiendo un cambio del modelo asistencial, “puesto que el actual fue diseñado a mediados del Siglo XX para abordar las enfermedades agudas; sin embargo, cada vez tenemos a más pacientes crónicos en la consulta”.
Para incrementar la eficiencia del sistema sanitario, los esfuerzos de coordinación han de dirigirse hacia los trastornos graves, frecuentes y vulnerables, como son las enfermedades cardiovasculares, primera causa de morbimortalidad hospitalaria, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Para el Dr. Obaya, hay varios aspectos susceptibles de mejora en el seguimiento del cardiópata crónico. En primer lugar, los pacientes con enfermedades cardiovasculares son atendidos por un elevado número de profesionales en distintos niveles asistenciales y en servicios diferentes. Esta fragmentación en la atención de los pacientes por una misma enfermedad dificulta que una actuación diagnóstica o terapéutica sea diseñada con una visión a largo plazo. La inercia de citación sin individualizar puede generar una sobreutilización de citas por derivaciones sistemáticas rutinarias y la realización, a veces, de pruebas innecesarias.
Como ha indicado Juan Carlos Obaya, la falta de coordinación se ha asociado con la duplicidad de pruebas, las referencias inapropiadas y un uso inadecuado del Servicio de Urgencias. También provoca errores médicos en la prescripción de medicamentos con interacciones o duplicidades. Asimismo, el paciente observa una falta de comunicación entre los profesionales sanitarios, lo que puede originar desconfianza y una menor adherencia a las indicaciones.
El seguimiento moderno del paciente cardiópata crónico debe basarse en la coordinación entre niveles asistenciales. “La continuidad asistencial es fundamental”, ha dicho el Dr. Obaya. “Un programa conjunto y una comunicación fluida serían idóneos, sobre todo para el seguimiento de los pacientes de bajo riesgo. A mí me gusta hablar de ‘documentos compartidos’, porque Atención Primaria y Especializada compartimos al paciente. Y, en cualquier caso, la Atención Primaria es una situación privilegiada para poder controlar al enfermo en su entorno”.
Otras características necesarias para realizar un seguimiento moderno del paciente crónico se centran en elaborar documentos conjuntos de consenso entre los profesionales de ambos niveles asistenciales. También se debe dotar a los profesionales de Atención Primaria de mayor capacidad resolutiva diagnóstica y terapéutica. Estos médicos tienen que dar prioridad a las derivaciones en función de los criterios basados en la evidencia. Asimismo, la Especializada debe mejorar su accesibilidad y comprometerse a dar respuesta en plazos razonables.
En resumen, todas estas medidas, según el Dr. Obaya, tienen como objetivos primordiales “mejorar la continuidad asistencial, mejorar la comunicación entre los profesionales y mejorar la eficiencia del sistema sanitario”.