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La Dra. Lina Badimón, vicepresidenta de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), ha destacado el fármaco LCZ696 de Novartis como una de las grandes novedades de 2014 en el ámbito de la farmacología clínica.
Hemos tenido muchas novedades relacionadas con la investigación clínica y la investigación básica. En el congreso se han presentado diversos trabajos realizados en su gran mayoría por grupos españoles de los distintos departamentos de Cardiología de España. También hemos tenido un cierto número de investigaciones que han venido de países extranjeros.
Ha sido realmente un congreso excepcional, porque la calidad ha sido excelente. Yo he sido la presidente del jurado que ha otorgado los premios a las mejores comunicaciones, que valoran este trabajo propio. Realmente ha sido muy difícil escoger a los tres finalistas, debido a la alta calidad de todos.
Actualmente se está investigando en las distintas áreas de la Cardiología. Se han producido novedades en el ámbito de la fibrilación auricular, de la cardiopatía isquémica, de las áreas de búsqueda de biomarcadores, de las áreas asociadas a imagen, etc. Todas las áreas están en evolución y han presentado resultados muy importantes.
En la mesa titulada ‘Ciencia cardiológica” hemos analizado el estado de la cuestión a nivel clínico. Hemos hablado de lo que tenemos que hacer y qué hemos de investigar para avanzar. Uno de los retos es poder comprender en profundidad cuál es el tipo de lesión que sufre el miocardio cuando se produce una oclusión de una arteria coronaria, cuando se produce un infarto. Aprendiendo qué está pasando en la estructura de ese miocardio podremos definir cuáles son los targets o las dianas para buscar soluciones para inhibirlo.
Durante esa sesión, que fue de un alto nivel, abordamos la lesión por reperfusión. Los pacientes se han de reperfundir, porque esto es lo que se ha demostrado clínicamente en muchos ensayos clínicos. Es lo mejor para el paciente, y el tiempo es oro en Cardiología.
Por tanto, hay que reabrir el área de lesión inmediatamente. El problema es que con la perfusión se produce una pequeña lesión en el miocardio que parece ser que contribuye a que ese corazón vaya avanzando hacia la insuficiencia cardiaca.
Nuestro reto en este momento es prevenir la lesión por reperfusión, porque actualmente no disponemos de fármacos. En mi grupo estamos investigando el diseño de estrategias que reduzcan todavía más la lesión, puesto que sabemos que la realización de una angioplastia primaria supone mucho éxito.
En el Congreso Europeo de Cardiología de Barcelona se presentó el ensayo clínico de un nuevo fármaco (LCZ696) para pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada, y en el Congreso de Santiago se ha discutido en varias sesiones. Actualmente estos pacientes tienen pocas alternativas de tratamiento y su mortalidad es alta. El nuevo medicamento, que todavía no tiene nombre, ha conseguido unos resultados espectaculares y va a cambiar la práctica clínica. Yo lo resaltaría como una gran novedad de este año.
Otro de los temas tratados ha sido la poca implementación de los nuevos anticoagulantes orales. Es algo que estamos intentando mejorar, así como la implementación de los nuevos antiplaquetares. Fármacos antiagregantes plaquetarios como el ticagrelor o el prasugrel se usan poco, a pesar de que son muy protectores y ayudan a evitar las complicaciones asociadas de la fibrilación auricular, como son los problemas isquémicos cerebrales. Además, reducen la posibilidad de sufrir hemorragia cerebral, un riesgo que tienen en este momento los antivitaminas K, que son los fármacos estándar. Por tanto, será un beneficio clínico importante si podemos implementar mejor estos nuevos anticoagulantes orales y antiagregantes plaquetarios en los pacientes que lo necesiten.