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Las comorbilidades en la insuficiencia cardiaca ha sido uno de los temas tratados por el Dr. José Manuel García Pinilla, del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga. “Son muy frecuentes y afectan tanto al pronóstico como a la calidad de vida de los pacientes, que cada vez son más añosos y tienen más patologías concomitantes. Esas enfermedades, en muchas ocasiones, van a empeorar el pronóstico de los pacientes con insuficiencia cardiaca y van a provocar más reingresos en los hospitales, lo que supone que el gasto asociado a su tratamiento se incremente también”, ha indicado.
“Las últimas guías, tanto europeas como americanas, recogen la necesidad de abordar las comorbilidades desde que comienza el proceso asistencial, y también en los últimos años de la enfermedad. Cada vez se le está dando más importancia al manejo de este tipo de patologías. De hecho, las comorbilidades muchas veces están detrás de los fenómenos de la descompensación aguda y de la refractariedad al tratamiento, ha añadido.
El Dr. García Pinilla ha comentado que en los últimos años se han estudiado especialmente dos comorbilidades: el déficit de hierro o ferropenia, y los trastornos respiratorios del sueño. “Estas patologías están cada vez más vinculadas con la insuficiencia cardiaca y su pronóstico, pero todavía no tenemos evidencias suficientes como para extrapolar a la práctica clínica habitual los resultados de los ensayos clínicos, que no son demasiado grandes. Probablemente en los próximos años vamos a tener un gran número de evidencias científicas al respecto”.
En opinión de este experto, también es fundamental “definir el perfil hemodinámico del paciente y ajustar el tratamiento más adecuado”. Estas comorbilidades, aparte de ser diferentes en cada paciente, también van evolucionando con el tiempo, por lo que se hace imprescindible su seguimiento. Los profesionales sanitarios llevan ya varios años defendiendo “el abordaje integral de la insuficiencia cardiaca”. “Esto supone que debemos estar atentos a la enfermedad durante todo el proceso asistencial. Además, deben intervenir diferentes profesionales, no solamente cardiólogos, sino que lo ideal sería tener un equipo, una unidad de insuficiencia cardiaca en la que intervinieran también internistas, nefrólogos, psicólogos, nutricionistas, etc.”.
Según el Dr. García Pinilla, “España no se ha interesado por el problema de las comorbilidades tanto como en otros países occidentales hasta hace relativamente poco tiempo”. También se ha mostrado confiado en que este avance supondrá “menos reingresos hospitalarios para los pacientes y una mejor calidad de vida”.