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Las unidades de insuficiencia cardiaca avanzada, tanto en Cardiología como en Medicina Interna, fomentan el autocuidado y el manejo integral del paciente; sin embargo, es necesario un programa integrado con Atención Primaria, según ha reivindicado la Dra. Silvia López-Fernández, del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. Algunas iniciativas piloto ya han mostrado mejoría en la reducción de la mortalidad y de los reingresos.
La Dra. López-Fernández ha analizado la experiencia de Andalucía, “pionera en la gestión integral de procesos crónicos, entre los que se encuentra la atención al paciente con insuficiencia cardiaca”. Se trata de un proyecto de colaboración con Atención Primaria ‘distrito-hospital y hospital-distrito’ en el Área de Salud de Granada.
“Pusimos en marcha un seguimiento precoz tras el alta, a través de un protocolo aceptado. A las 48 y a las 72 horas hay una visita de Enfermería, o bien domiciliaria o bien en el centro de salud. Y a los 7 y a los 15 días se realiza una visita médica, con una analítica, para iniciar titulación de fármacos. Posteriormente, el seguimiento será más intenso a los tres meses, a los seis meses y al año”.
Este proyecto también incluye protocolos terapéuticos de actuación conjunta en insuficiencia cardiaca sistólica con protocolo de titulación de IECA-ARA II y de betabloqueante más ivabradina, así como protocolos conjuntos para pacientes con fracción de eyección preservada.
En el apartado ‘distrito-hospital’, el protocolo indica que se deriven los pacientes con insuficiencia cardiaca estable, puesto que los pacientes con inestabilidad hemodinámica serán remitidos a Urgencias.
Los pacientes con insuficiencia cardiaca estable se dividen en dos grupos: los que después de practicar una clínica inicial tienen posibilidad de sufrir insuficiencia cardiaca, a los que se les debe realizar un despistaje; y los pacientes ya diagnosticados que pueden tener progresión de la enfermedad o de los síntomas, o bien falta de respuesta a un tratamiento inicial que requiera un reajuste terapéutico.
Elevada morbimortalidad
Por último, Silvia López-Fernández ha resaltado que la insuficiencia cardiaca se ha convertido en una epidemia que sigue progresando: “A pesar de los avances terapéuticos, sigue siendo el cáncer del corazón por su elevada morbimortalidad. Tenemos que hacer un cambio de modelo organizativo; ya sabemos que las unidades funcionan, pero hay que traspasar el sistema a las bases”.
También ha indicado que se debe poner más atención en el enfermo crónico: “La enfermedad se puede prevenir. Para reducir la prevalencia, debemos disminuir la incidencia mediante un correcto control de los factores de riesgo, una función que debe asumir Atención Primaria”.
La coordinación entre el hospital y Atención Primaria es fundamental y debe ser bidireccional para garantizar la continuidad de los cuidados del paciente. Ante la sospecha de un paciente con insuficiencia cardiaca inicial hay que remitirlo a Cardiología, porque es importante realizar un diagnóstico etiológico que le permita tener unas opciones de tratamiento específico antes de que progrese. Cuando se produzcan descompensaciones de un paciente que ya esté diagnosticado, se debe remitir a Cardiología o a la unidad de la que provenía para realizar una revaloración del tratamiento y de opciones terapéuticas”.