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El principal mensaje para los cardiólogos que asisten a pacientes habitualmente es que no deben remitirlos para estudio demasiado tarde, porque habrá más riesgo cuanto más tarde se les evalúe. Es la conclusión de la Dra. Ángeles Castel, del Hospital Clinic de Barcelona, quien ha intervenido como moderadora de la mesa ‘¿Cuándo enviar a un paciente para valoración de trasplante cardiaco?’.
“Cuando un paciente comienza a mostrar signos de evolución, deterioro clínico o reingresos en repetidas ocasiones, antes de esperar a que esté en una fase muy avanzada en la que tendrá un pronóstico peor, ha de ser remitido a una unidad especializada para que se pueda evaluar y decidir en qué fase de la enfermedad está. Con el paso del tiempo el riesgo del trasplante aumenta, por lo que debe evaluarse en una fase precoz”, ha explicado.
Esta especialista del Clínic de Barcelona ha destacado que hay unos criterios objetivos que no siempre son realizables en cualquier hospital, como el consumo de oxígeno en esfuerzo o el test de la marcha de seis minutos. “Lo más objetivo y lo más fácil de evaluar es el hecho de que un paciente empieza a reingresar en repetidas ocasiones o no tolera fármacos por hipotensión, y hay que retirar los IECA y los betabloqueantes. Este paciente está haciendo una mala evolución, y si está en una edad joven es el momento para derivarlo y realizarle una serie de estudios que pueden durar varios meses”, ha comentado.
Por otra parte, Ángeles Castel se ha referido en concreto al subgrupo de pacientes que tienen hipertensión pulmonar (HTP), aunque la clase funcional no sea muy avanzada: “Estos pacientes son especialmente de riesgo, y hay que seguirlos de forma más estrecha para no pasar el punto de no retorno, en el que un trasplante ya no será posible porque ha avanzado la HTP, aunque la clase funcional no esté tan deteriorada como en otros pacientes más avanzados”.
Respecto a la edad ideal para el trasplante, la Dra. Castel ha recordado que “la insuficiencia cardiaca es un síndrome muy complejo y hay que tener una visión muy completa del paciente”. “En la actualidad estamos trasplantando a pacientes de edades muy avanzadas, con diabetes y con otras indicaciones por las que antes no eran candidatos. Lo ideal es trasplantar a un paciente antes de que tenga muchas contraindicaciones relativas, para que el resultado del trasplante sea mejor y la esperanza de vida sea lo más larga posible”.
Es importante que el cardiólogo tenga “una buena formación de trasplante y de insuficiencia cardiaca avanzada para saber qué hacer con el paciente en cada fase de la enfermedad y saber remitir al paciente a tiempo. Podremos hacer mejor Cardiología si tenemos mejor formación tanto en Atención Primaria como en Cardiología básica”, ha concluido.